viernes, 31 de julio de 2009

Deshacer los nudos dormidos, y así mecer el filo del cielo.

Con viento del Este hiciste una cama y soplaste sobre ella para templarla, y con el murmullo de tu voz de agua me cantabas nanas sin letra.

Y dormíamos tan juntos que amanecíamos siameses.
Y medíamos el tiempo en latidos..
Y en tus dedos yo tocaba mis canciones, dedos de teclas de celesta.


Tu pulso tamborileaba en mis sienes y muñecas como diminutas patas de ciempiés..
Y nos repartíamos los labios, los dientes y el hipo.
Y del alfabeto, las impares.


Y en tus dedos yo tocaba mis canciones..


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...


"Y despertar, ahora solo depende de mí y de la tormenta.. Respirar, sentir la lluvia, resbalar sobre la cama..."